Hay otros modelos coupé-cabrio en el mercado, pero el Micra llega casi último y se corona en el ranking como el más fashion de todos ellos. ¿Por qué? ¿Será porque es más elegante, porque está menos visto, porque su techo es de cristal o porque su hermano de techo entero ya ostentaba ese alias…? Desde que Peugeot lanzó su 206cc, el segmento de los cabrios ya no ha vuelto a ser lo que era. Con ese coche, la marca francesa hizo accesible el vehículo descapotable a un público que antes no se lo habría planteado. Tradicionalmente, el descapotable era un coche de ocio que requería tener otro coche de techo cerrado para utilizarlo habitualmente. Con la llegada de los techos escamoteables duros a los pequeños utilitarios, el usuario ya puede considerar como única opción un coupé-cabrio sin que no tener parking o ser muy friolero en invierno le eche atrás.
Algunos años después y con la ventaja que da haber estudiado lo que hacían los pioneros en el mercado, Nissan se lanza ahora a la piscina y presenta sobre la base del Micra su propio coupé cabrio, en este caso C+C. La ventaja respecto a sus competidores es que el Micra monta un techo escamoteable panorámico de cristal, parecido al que Renault presentó en su Mégane Cabrio. Esto da luz suficiente a los heliomaníacos que no quieren renunciar a ver el sol, aunque lleven la capota cerrada. En el Micra, pasar del techo al cielo se produce accionando una tecla junto al freno de mano cuando el vehículo está parado. No es todo lo rápido que uno quisiera, pero no está mal: 22 segundos de movimiento de capota, más 10 ó 12 de subir y bajar las ventanillas.
A nivel estético, el Micra C+C tiene el perfil de una pequeña berlina dos puertas, con un diseño bastante homogéneo en el que no parece que la capota sea un pegote. Aunque lleve asientos traseros, no nos engañemos, son sólo de pega y no pueden albergar a ningún adulto estándar que no sea contorsionista, ya no sólo por el inexistente espacio para las piernas, sino porque el techo no le permitiría levantar la cabeza lo más mínimo. En el caso del Micra, como es lógico, la transformación a descapotable ha lastrado el peso total del vehículo, lo que se nota especialmente en las prestaciones que logra el —a pesar de todo— brillante 1.6 gasolina de 110 cv, que son a costa de un consumo notable de combustible. El comportamiento se resiente del aumento de peso y se nota una cierta tendencia del eje trasero a ir por libre en curvas a velocidades medias y altas, sin llegar a ser peligroso.
En lo que respecta a la rigidez del chasis, responsabilidad del carrocero alemán Karmann, el Micra es como tantos otros cabrios: temblón y crujiente a capota abierta, pero en este caso definitivamente más sólido cuando va cerrado. Los baches hacen temblar toda la estructura del coche e incluso cuando se cierra la capota se puede notar que el Micra deja de doblarse hacia abajo en toda la longitud de su batalla. El precio debería ser un buen aliado del Micra, ya que la versión probada (Tekna con climatizador, llantas de 16 pulgadas y faros antiniebla) resulta ser casi la más alta y está en un precio sólo 200 € por encima del de su más directo competidor galo, si bien ahora este está de liquidación a la espera de que llegue el 207cc. La desventaja del Micra es que no hay disponible versión diésel (por el momento), que el motor gasolina más grande es el 1.6 (otros ofrecen un 2.0) y que empiezan a desembarcar nuevos e importantes competidores, como el Mitsubishi Colt CZC o el Opel Tigra TwinTop.
Algunos años después y con la ventaja que da haber estudiado lo que hacían los pioneros en el mercado, Nissan se lanza ahora a la piscina y presenta sobre la base del Micra su propio coupé cabrio, en este caso C+C. La ventaja respecto a sus competidores es que el Micra monta un techo escamoteable panorámico de cristal, parecido al que Renault presentó en su Mégane Cabrio. Esto da luz suficiente a los heliomaníacos que no quieren renunciar a ver el sol, aunque lleven la capota cerrada. En el Micra, pasar del techo al cielo se produce accionando una tecla junto al freno de mano cuando el vehículo está parado. No es todo lo rápido que uno quisiera, pero no está mal: 22 segundos de movimiento de capota, más 10 ó 12 de subir y bajar las ventanillas.
A nivel estético, el Micra C+C tiene el perfil de una pequeña berlina dos puertas, con un diseño bastante homogéneo en el que no parece que la capota sea un pegote. Aunque lleve asientos traseros, no nos engañemos, son sólo de pega y no pueden albergar a ningún adulto estándar que no sea contorsionista, ya no sólo por el inexistente espacio para las piernas, sino porque el techo no le permitiría levantar la cabeza lo más mínimo. En el caso del Micra, como es lógico, la transformación a descapotable ha lastrado el peso total del vehículo, lo que se nota especialmente en las prestaciones que logra el —a pesar de todo— brillante 1.6 gasolina de 110 cv, que son a costa de un consumo notable de combustible. El comportamiento se resiente del aumento de peso y se nota una cierta tendencia del eje trasero a ir por libre en curvas a velocidades medias y altas, sin llegar a ser peligroso.
En lo que respecta a la rigidez del chasis, responsabilidad del carrocero alemán Karmann, el Micra es como tantos otros cabrios: temblón y crujiente a capota abierta, pero en este caso definitivamente más sólido cuando va cerrado. Los baches hacen temblar toda la estructura del coche e incluso cuando se cierra la capota se puede notar que el Micra deja de doblarse hacia abajo en toda la longitud de su batalla. El precio debería ser un buen aliado del Micra, ya que la versión probada (Tekna con climatizador, llantas de 16 pulgadas y faros antiniebla) resulta ser casi la más alta y está en un precio sólo 200 € por encima del de su más directo competidor galo, si bien ahora este está de liquidación a la espera de que llegue el 207cc. La desventaja del Micra es que no hay disponible versión diésel (por el momento), que el motor gasolina más grande es el 1.6 (otros ofrecen un 2.0) y que empiezan a desembarcar nuevos e importantes competidores, como el Mitsubishi Colt CZC o el Opel Tigra TwinTop.
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