martes, 19 de junio de 2007

TOYOTA COROLLA TTE

Ante las recientes apariciones en el segmento de los compactos de multitud de modelos de muy altas prestaciones, las marcas japonesas con larga tradición deportiva, como el fabricante de coches deportivos con gran éxito y aceptación por el público, no se podían a quedar quietos a esperar que todas las marcas europeas le quitaran su parte del pastel en el mercado. Y para ser la referencia del segmento, la japonesa Toyota ha desarrollado sobre una base ya conocida, que ya incorporaba una mecánica de altas prestaciones, un propulsor aún más avanzado tecnológicamente. La base elegida es el compacto por excelencia de la marca, el Corolla, principalmente con el motor que ha experimentado esa gran evolución, el 1.8 VVTL-i que montaba hasta ahora sólo en su versión T-Sport, como también lo montaba esta versión sobre el modelo Celica, que en esas ediciones entregaba una nada despreciable cifra de potencia de 192 cv con un bloque de 1.8 litros atmosféricos.

Extenso es el curriculum de Toyota como creador de modelos deportivos y de altas prestaciones que se han preparado para la competición, véase el modelo superdeportivo Supra (el Ferrari japonés junto al Honda NSX), que tanta pasión ha creado siempre, o el modelo Celica, siempre un deportivo de referencia en su segmento. El Corolla no lo ha sido menos, sobre todo en Japón, puesto que como compacto que es tiene muchas cualidades, algo que se refleja demasiado en el precio, colocándose en esta versión deportiva tope de gama en los 33.600 euros, el precio más alto entre todas las versiones deportivas de la competencia, solo justificable por unos interiores de muy alta calidad y un equipamiento que lo incluye todo, hasta el navegador DVD con pantalla táctil. El motor destaca entre todos los de la competencia por tener un régimen de giro del motor muy alto, como es habitual en Toyota, llegando a mostrar en el cuentarrevoluciones hasta las 9.000 rpm y comenzando la zona roja en las 8.200 rpms. Este motor es el 1.8 litros VVTL-i de 192 cv al que le han montado un compresor, que introduce mayor cantidad de aire en las cámaras de los cilindros, permitiendo aumentar el rendimiento desde los 192 cv hasta los 225 cv de este modelo. Este motor se muestra muy dinámico y progresivo desde bajas vueltas, mostrando su generosidad en la zona roja, que permite obtener unas cifras de aceleración de 0 a 100 km/h de 6,9 segundos, mostrándose como uno de los más poderosos en aceleración frente a su competencia directa como el VW Golf GTI, el Renault Megane F1 Team, el anterior Honda Civic Type-R, el nuevo Ford Focus ST o el mismo Opel Astra OPC, algo más radical que el de este análisis. Gran ayuda en esta medición le presta su caja de cambios cerrada de 6 velocidades, con escalonamientos muy cortos entre relaciones. La falta de turbo, en lugar del compresor que monta, le hace más escaso de prestaciones en la medición de las recuperaciones, puesto que a altas vueltas el turbo entrega más potencia, dejando el par motor máximo en "sólo" 21,9 mkg a 3.600 rpm. Esta caja de cambios cerrada genera también unos consumos algo más altos, alcanzando los 10 litros a los 100 kilómetros fácilmente, aunque el comportamiento y el sonido racing del motor le coloca como una de las opciones más deportivas del plantel de los supercompactos actuales. Otra característica de este motor es la suavidad del conjunto motor y cambio.

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