Land Rover presenta su nuevo Freelander, un vehículo que cuando apareció en 1997 suponía prácticamente la creación de un nuevo segmento. Sólo alguno como el Toyota RAV 4 le acompañaba por esas fechas, y sin embargo hoy se trata de una de las categorías con más aceptación. Durante muchos años el Land Rover Freelander fue líder en ventas, aunque en los últimos ejercicios, con la entrada masiva de nuevos modelos venidos de Japón y Corea, y con la puesta en escena de marcas de lujo, como BMW con el X3, el todoterreno ligero de origen británico fue perdiendo fuelle.
Pero ahora Land Rover, integrada dentro del Grupo Ford, prepara la segunda generación del Freelander con el objetivo de posicionarlo en la categoría en el punto más alto, tanto por refinamiento, como por tecnología aplicada al off road, y, por que no también, para recuperar el liderazgo de ventas. Este nuevo contendiente que se fabrica en la planta de Liverpool tiene prevista su comercialización para fin de año, llegará con un motor diesel y otro de gasolina, un amplio equipamiento, y con una carrocería más grande y de mayor calidad que la del hasta ahora vigente Freelander. Su nueva imagen tiene mucho que ver con los últimos productos de la marca, como el Range Rover, Discovery III y Range Rover Sport. En el Freelander crece la longitud hasta los 4,50 metros, la anchura hasta los 1,91 metros, mientras que la altura se queda en 1,74 metros. Con estas medidas queda una capacidad de carga muy elevada, con un maletero de 755 litros ampliable abatiendo la fila de asientos a 1.670 litros. Otra prueba de su nueva imagen más deportiva y moderna es el equipo de neumáticos, disponible con medidas de llanta de entre 16 y 19 pulgadas.
Mecánicamente habrá un motor de gasolina mucho más potente que el actual, pues será un V6 de 3,2 litros de cilindrada y 233 cv de potencia, con el cual el nuevo Land Rover Freelander podrá alcanzar los 200 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 8,9 segundos. Esta mecánica irá obligatoriamente asociada a una caja automática de seis velocidades con mando secuencial. No obstante, el motor estrella será el diesel TD4 (desarrollado por PSA y Ford), en este caso con 2,2 litros de cilindrada y 160 cv; una motorización prácticamente idéntica a la recién presentada en otros automóviles de los grupos PSA y Ford. Con dicho motor, que tiene filtro de partículas DPF y desarrolla un alto par de 400 Nm, el Freelander diesel, que lleva nueva caja de cambios manual de seis velocidades, puede llegar a 181 km/h de velocidad punta y acelerar de 0 a 100 km/h en 11,7 segundos, siendo su consumo medio de 7,5 l/100 km. La combinación del Freelander 2.2 TD4 160 cv con caja automática llegará un poco más tarde, en primavera de 2007. Y por último comentar algunas de las nuevas funciones que podrá tener el nuevo Land Rover Freelander, como un equipamiento en el que no faltan los faros bixenón con función adaptativa, entrada sin llave y arranque mediante botón, ayuda al aparcamiento, techo panorámico doble, DVD y navegador, equipos de música con iPod y MP3, o los controles electrónicos de ayuda a la conducción evolucionados: de estabilidad, de descensos, y de tracción con varios programas de uso.
Pero ahora Land Rover, integrada dentro del Grupo Ford, prepara la segunda generación del Freelander con el objetivo de posicionarlo en la categoría en el punto más alto, tanto por refinamiento, como por tecnología aplicada al off road, y, por que no también, para recuperar el liderazgo de ventas. Este nuevo contendiente que se fabrica en la planta de Liverpool tiene prevista su comercialización para fin de año, llegará con un motor diesel y otro de gasolina, un amplio equipamiento, y con una carrocería más grande y de mayor calidad que la del hasta ahora vigente Freelander. Su nueva imagen tiene mucho que ver con los últimos productos de la marca, como el Range Rover, Discovery III y Range Rover Sport. En el Freelander crece la longitud hasta los 4,50 metros, la anchura hasta los 1,91 metros, mientras que la altura se queda en 1,74 metros. Con estas medidas queda una capacidad de carga muy elevada, con un maletero de 755 litros ampliable abatiendo la fila de asientos a 1.670 litros. Otra prueba de su nueva imagen más deportiva y moderna es el equipo de neumáticos, disponible con medidas de llanta de entre 16 y 19 pulgadas.
Mecánicamente habrá un motor de gasolina mucho más potente que el actual, pues será un V6 de 3,2 litros de cilindrada y 233 cv de potencia, con el cual el nuevo Land Rover Freelander podrá alcanzar los 200 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 8,9 segundos. Esta mecánica irá obligatoriamente asociada a una caja automática de seis velocidades con mando secuencial. No obstante, el motor estrella será el diesel TD4 (desarrollado por PSA y Ford), en este caso con 2,2 litros de cilindrada y 160 cv; una motorización prácticamente idéntica a la recién presentada en otros automóviles de los grupos PSA y Ford. Con dicho motor, que tiene filtro de partículas DPF y desarrolla un alto par de 400 Nm, el Freelander diesel, que lleva nueva caja de cambios manual de seis velocidades, puede llegar a 181 km/h de velocidad punta y acelerar de 0 a 100 km/h en 11,7 segundos, siendo su consumo medio de 7,5 l/100 km. La combinación del Freelander 2.2 TD4 160 cv con caja automática llegará un poco más tarde, en primavera de 2007. Y por último comentar algunas de las nuevas funciones que podrá tener el nuevo Land Rover Freelander, como un equipamiento en el que no faltan los faros bixenón con función adaptativa, entrada sin llave y arranque mediante botón, ayuda al aparcamiento, techo panorámico doble, DVD y navegador, equipos de música con iPod y MP3, o los controles electrónicos de ayuda a la conducción evolucionados: de estabilidad, de descensos, y de tracción con varios programas de uso.
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