domingo, 14 de octubre de 2007

Maserati Quattroporte Automatic

Es un coche de minor�as, pero seguramente estamos ante la opci�n m�s pasional y deportiva frente a los mucho m�s conocidos y vendidos Audi A8, BMW Serie 7, Jaguar XJ o Mercedes Clase S. Por tama�o, precio y lujo es evidente que la berlina italiana pertenece al segmento de los veh�culos antes citados, pero frente a ellos el de la marca del tridente se diferencia por ese particular estilo tan t�pico del pa�s de procedencia. Exquisitez y detalles cuidados al m�ximo combinados con un coraz�n que late fuerte, quiz� con menos potencia que las versiones m�s poderosas de sus competidores, pero con un comportamiento y sensaciones m�s propios del club de los grandes deportivos que del grupo de la berlinas de superlujo. Los precios del Quattroporte oscilan entre 122.000 y 135.000 euros, dependiendo del tipo de cambio de marchas y del nivel de acabados escogido.

Su suntuosa carrocer�a mide m�s de cinco metros de longitud y tiene una altura mucho menor de lo habitual hoy d�a en este segmento. El que firma esta maravilla no es otro que Sergio Pininfarina, quien dota al Quattroporte de una enorme parrilla frontal para acentuar su l�nea agresiva. Bajo el cap� nada de motores diesel, un V8 de gasolina bien afinado es la mejor opci�n para quien valora el refinamiento y la tradici�n automovil�stica por encima de otros aspectos como el consumo o la cifra de par motor. La gama actual del Quattroporte se basa en su totalidad en el V8 de 4,2 litros y 400 cv, pero es posible elegir versiones por tipos de cambio de marchas y por niveles de equipamiento. Ninguno de los sistemas de cambio es manual convencional y con pedal de embrague, pero hay dos opciones bien diferenciadas: el robotizado Duo Select o el autom�tico ZF. Ambos combinan perfectamente con un marcado car�cter deportivo, y ni interfieren en el placer de conducci�n ni perjudican en las prestaciones obtenidas.

Por nivel de acabados encontramos tres opciones, la b�sica (que ya trae de serie todos los lujos imaginables y monta llantas de 18 pulgadas), la denominada Executive GT (el tope de elegancia, gracias a sus cromados exteriores, maderas interiores y llantas de 19 pulgadas) y el Sport GT (la opci�n m�s deportiva caracterizada por su parrilla negra, los interiores en fibra de carbono y las enormes llantas de 20 pulgadas). La unidad a la que tuvo acceso Autocity y se puede ver en la galería de fotos montaba el cambio de marchas Duo Select con palancas tras el volante (aunque ahora acaba de salir la opción del automático ZF) y pertenecía al nivel de acabado Sport GT, es decir, el más deportivo. Eso significa que la rejilla de la calandra viene pintada en negro y para el “calzado” recurre a unas imponentes llantas de 20 pulgadas. El precio exacto de esta unidad es de 132.544 euros.

Sentarse al volante del Quattroporte es entrar en un mundo de cuidados detalles, materiales lujosos y estilo cautivador. El Sport GT lleva inserciones en carbono en lugar de madera, mientras que el techo va forrado en alcántara. Por cierto, la combinación de colores también nos pareció perfecta. Arrancamos con suavidad y la marcha comienza con un refinamiento exquisito. El Quattroporte avanza majestuoso, algo que también les debe parecer al resto de conductores y viandantes, ya que sin duda levanta muchísimas más miradas que los A8, Clase S o Serie 7; ni comparación. En carretera este Maserati, que pesa casi dos toneladas, “pisa” con contundencia y transmite al conductor una sensación de dominio ejemplar. Sin subir mucho de vueltas la fuerza de este V8 no impresiona, y cualquier TDI de estos V8 modernos que rondan los 300 cv parece “andar” más; pero esa falta de unos bajos sobresalientes se compensa de sobra cuando comenzamos a exprimir el motor. En esos momentos el V8 de origen Ferrari cobra una nueva vida, y ya no sólo empuja de maravilla sino que emite una melodía celestial.

El comportamiento se ve claramente condicionado por las dimensiones y el peso, pero digamos que se puede disfrutar de la conducción deportiva, y además mucho. La suspensión admite un modo normal y otro Sport, bastante diferenciados entre sí. En el Sport apenas percibimos balanceos de la carrocería aunque pasemos fuerte por las curvas. Y hablando de pasar fuerte por las curvas, si nos excedemos un poquito el Maserati (recordemos, propulsión trasera) no asusta, pues entra el funcionamiento el control de estabilidad y reconduce la trayectoria sin apenas notar un gran corte. ¡Perfecto! En definitiva, el Maserati Qauttroporte es un coche pasional. No corre tanto como un AMG de Mercedes, no es un modelo que pase desapercibido, tampoco tiene un precio muy favorable y su prestigio entre los apasionados no llega al nivel de un Ferrari; pero quien opte por el Quattrporte está claro que tiene personalidad, y que no se equivoca. Tendrá a cambio una de las berlinas más exclusivas del mercado, con una clara vocación deportiva y una imagen elegante y exquisita. Nota: Agradecemos al concesionario Vian Automobile la cesión de la unidad probada.

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