Una de las marcas de todoterrenos por excelencia intenta conquistar nuevos territorios, y para ello nada mejor que aprovechar la llegada de su último todocamino -el octavo modelo nuevo del grupo Chrysler en seis meses- el Compass. Hablamos de un SUV compacto con el que la marca americana Jeep entra a competir dentro de un segmento en el que, hasta ahora, no tenía ningún modelo para rivalizar con los ya conocidos Hyundai Tucson, Toyota RAV4 y Honda CR-V.
Su diseño entra dentro de la gama moderna de Jeep que reinterpreta los elementos más "tradicionales" e identificativos de sus vehículos, como la parrilla delantera de siete ranuras, los faros redondos, o las aletas trapezoidales; consiguiendo un estilo fresco e innovador en un conjunto ligero y robusto que busca un comportamiento ágil e incluso deportivo. De lado destacan su grandes aletas, que abren paso a neumáticos de 215 mm de sección montados sobre llantas de 17 o 18 pulgadas (según versiones), y los tiradores de las puertas traseras camuflados en el pilar C para aumentar la imagen deportiva y agresiva del coche. Como en cualquier vehículo de su segmento el espacio interior es muy importante y ha de estar bien aprovechado. Este nuevo Jeep ofrece a sus pasajeros hasta 1.277 litros de capacidad de carga en un habitáculo confortable, funcional y versátil. Las versiones de equipamiento del todocamino americano son Sport y Limited, con elementos de seguridad, además de los airbags -tanto frontales, como laterales y de cortina-, como el ABS, el ESP, el asistente de frenado de emergencia, sistema de control de balanceo, control de tracción, anclajes ISOFIX para asientos infantiles... y el Freedom Drive. Este es el sistema de tracción permanente a las cuatro ruedas equipado en el Compass que permite el bloqueo electrónico del diferencial trasero, de tal forma que el 60 por ciento del par llegue al eje trasero y el 40 por ciento al delantero. Con dicho bloqueo desactivado sólo un 10 por ciento llegará a las ruedas traseras.
Los motores elegidos para la ocasión transmiten buenas sensaciones al volante, acercando al conductor el comportamiento de un turismo con las ventajas de habitabilidad y versatilidad de un SUV. Las mecánicas son de cuatro cilindros: El gasolina de 2,4 litros ofrece la posibilidad de montar una transmisión variable continua de 6 velocidades CVT -automática- con función secuencial AutoStick, en lugar de la caja de cambios manual de 5 velocidades que viene de serie. Mientras que el motor turbodiesel CRD de 2,0 litros va unido a una caja de cambios manual de 6 velocidades. Las prestaciones de los dos propulsores son muy parejas, con cifras de velocidad máxima de 183 km/h para el gasolina de 170 cv (185 km/h en el automático) y 189 km/h para el CRD de 140 cv de potencia, de origen Volkswagen que también monta su primo el Dodge Caliber. En cuanto a aceleraciones, las tres variantes mecánicas alcanzan los 100 km/h en torno a los 11 segundos.
Su diseño entra dentro de la gama moderna de Jeep que reinterpreta los elementos más "tradicionales" e identificativos de sus vehículos, como la parrilla delantera de siete ranuras, los faros redondos, o las aletas trapezoidales; consiguiendo un estilo fresco e innovador en un conjunto ligero y robusto que busca un comportamiento ágil e incluso deportivo. De lado destacan su grandes aletas, que abren paso a neumáticos de 215 mm de sección montados sobre llantas de 17 o 18 pulgadas (según versiones), y los tiradores de las puertas traseras camuflados en el pilar C para aumentar la imagen deportiva y agresiva del coche. Como en cualquier vehículo de su segmento el espacio interior es muy importante y ha de estar bien aprovechado. Este nuevo Jeep ofrece a sus pasajeros hasta 1.277 litros de capacidad de carga en un habitáculo confortable, funcional y versátil. Las versiones de equipamiento del todocamino americano son Sport y Limited, con elementos de seguridad, además de los airbags -tanto frontales, como laterales y de cortina-, como el ABS, el ESP, el asistente de frenado de emergencia, sistema de control de balanceo, control de tracción, anclajes ISOFIX para asientos infantiles... y el Freedom Drive. Este es el sistema de tracción permanente a las cuatro ruedas equipado en el Compass que permite el bloqueo electrónico del diferencial trasero, de tal forma que el 60 por ciento del par llegue al eje trasero y el 40 por ciento al delantero. Con dicho bloqueo desactivado sólo un 10 por ciento llegará a las ruedas traseras.
Los motores elegidos para la ocasión transmiten buenas sensaciones al volante, acercando al conductor el comportamiento de un turismo con las ventajas de habitabilidad y versatilidad de un SUV. Las mecánicas son de cuatro cilindros: El gasolina de 2,4 litros ofrece la posibilidad de montar una transmisión variable continua de 6 velocidades CVT -automática- con función secuencial AutoStick, en lugar de la caja de cambios manual de 5 velocidades que viene de serie. Mientras que el motor turbodiesel CRD de 2,0 litros va unido a una caja de cambios manual de 6 velocidades. Las prestaciones de los dos propulsores son muy parejas, con cifras de velocidad máxima de 183 km/h para el gasolina de 170 cv (185 km/h en el automático) y 189 km/h para el CRD de 140 cv de potencia, de origen Volkswagen que también monta su primo el Dodge Caliber. En cuanto a aceleraciones, las tres variantes mecánicas alcanzan los 100 km/h en torno a los 11 segundos.
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