Mazda se adentra en el creciente segmento SUV compacto o Crossover en Europa en un momento de éxito absoluto de ventas con un concepto muy original que combina las cualidades más destacadas de los modelos SUV con el espíritu más deportivo de su marca, heredado de modelos como el RX-8 o el MX-5. Ofrece grandes dosis de diversión al volante y unas prestaciones fuera de serie con el confort y la funcionalidad de los mejores todocamino. Mazda pretende revolucionar el mercado europeo con un vehículo que ya lanzó en el mercado norteamericano hace ahora un año, en la primavera de 2006, basado en el concept-car MX-Crossport, que tuvo un gran éxito desde su aparición en el Salón de Detroit de 2005. Ahora llega a nuestro mercado, adaptado a los gustos y las necesidades de los clientes europeos, para poner las cosas muy difíciles a la competencia más Premium de los SUV compactos actuales. Con un precio de derribo frente a aquellos, entre los que encontramos el BMW X3, el Jeep Grand Cherokee, el Cadillac SRX o el Volvo XC90, que pasan fácilmente los 45.000 euros, ofrece de serie unas cualidades, prestaciones y equipamiento sorprendentes por los 37.000 euros que cuesta la única versión disponible Sportive.
Los argumentos más fuertes del nuevo CX-7 frente a la competencia son un diseño muy elegante y más deportivo que sus rivales, un único propulsor, por ahora, de gasolina de 2.3 litros DISI con inyección directa y turbo que rinde 260 cv y un equipamiento completísimo, donde no falta ni el sistema de sonido Bose ni el techo solar, y principalmente un competitivo precio de 37.000 euros. ¡Impresionante! Destaca fundamentalmente la zona frontal, con una parrilla inferior del paragolpes de grandes dimensiones, faros rasgados y aletas ensanchadas tipo RX-8 y unas marcadas líneas sobre el capó que confieren mucha deportividad. El lateral muestra una línea de techo inclinada hacia atrás y una línea de cintura elevada sobre el paso de rueda de la parte trasera, sugiriendo fuerza y potencia. A esto ayudan las llantas de 18 pulgadas de 5 brazos dobles, con una imagen similar a las del Mazda3 2.0 CRTD, que montan neumáticos anchos 235/60. La zaga tiene una línea suave con un portón muy redondeado, una luneta de amplias dimensiones y unos modernos grupos ópticos transparentes que aumentan su atractivo. Destacan las dos salidas de escape laterales.
El conjunto se ve muy liviano gracias a una carrocería no muy voluminosa. Ofrece unas proporciones muy acertadas con un gran compromiso entre imagen, aplomo, habitabilidad y funcionalidad, así como principalmente, deportividad. Los cambios respecto a la versión americana son nuevos paragolpes, faros antiniebla delanteros y traseros y guardabarros traseros. El ambiente interior es muy refinado y lujoso, sin excesos ni recarga visual, donde destacan unos envolventes asientos de cuero, un volante deportivo de cuero heredado del roadster MX-5, un cuadro de mandos deportivo con tres relojes de gran tamaño, una partición del salpicadero con pantalla para el sistema de audio y el ordenador de a bordo, una consola central enmarcada en cromado, que también se extiende por el frontal del salpicadero y los guarnecidos de las puertas y una gran libertad de movimientos en el interior. La postura de conducción es muy deportiva, derivada del RX-8, con una regulación muy amplia del asiento, una palanca de cambios elevada de fácil acceso y manejo manual de 6 velocidades, para maximizar la ergonomía y la “conducción activa”.
Con una altura total de la carrocería de 1.645 mm, el CX-7 ofrece la clásica funcionalidad de todos los SUV, permitiendo una posición elevada de los pasajeros y una capacidad de maletero de 455 litros con los cinco asientos habilitados. El sistema Karakuri permite abatir la banqueta trasera mediante un tirador con un solo movimiento dejando una superficie plana de carga de hasta 1.348 litros hasta el techo. El equipamiento de confort de este SUV compacto es sobresaliente en la única versión Sportive disponible, que incluye de serie elementos como los faros de xenón con encendido automático, sensor de lluvia, tapicería y detalles en piel, asientos delanteros calefactados y el del conductor con regulación eléctrica, cierre centralizado con mando, apertura y arranque sin llave (tarjeta inteligente), control de velocidad o elevalunas eléctricos delanteros y traseros de un toque. Este impresionante equipamiento se completa con un espectacular sistema de audio Bose con nueve altavoces, cargador de 6 cd´s y mandos de control de audio en el volante, además de el techo solar eléctrico y la pintura metalizada.
Los argumentos más fuertes del nuevo CX-7 frente a la competencia son un diseño muy elegante y más deportivo que sus rivales, un único propulsor, por ahora, de gasolina de 2.3 litros DISI con inyección directa y turbo que rinde 260 cv y un equipamiento completísimo, donde no falta ni el sistema de sonido Bose ni el techo solar, y principalmente un competitivo precio de 37.000 euros. ¡Impresionante! Destaca fundamentalmente la zona frontal, con una parrilla inferior del paragolpes de grandes dimensiones, faros rasgados y aletas ensanchadas tipo RX-8 y unas marcadas líneas sobre el capó que confieren mucha deportividad. El lateral muestra una línea de techo inclinada hacia atrás y una línea de cintura elevada sobre el paso de rueda de la parte trasera, sugiriendo fuerza y potencia. A esto ayudan las llantas de 18 pulgadas de 5 brazos dobles, con una imagen similar a las del Mazda3 2.0 CRTD, que montan neumáticos anchos 235/60. La zaga tiene una línea suave con un portón muy redondeado, una luneta de amplias dimensiones y unos modernos grupos ópticos transparentes que aumentan su atractivo. Destacan las dos salidas de escape laterales.
El conjunto se ve muy liviano gracias a una carrocería no muy voluminosa. Ofrece unas proporciones muy acertadas con un gran compromiso entre imagen, aplomo, habitabilidad y funcionalidad, así como principalmente, deportividad. Los cambios respecto a la versión americana son nuevos paragolpes, faros antiniebla delanteros y traseros y guardabarros traseros. El ambiente interior es muy refinado y lujoso, sin excesos ni recarga visual, donde destacan unos envolventes asientos de cuero, un volante deportivo de cuero heredado del roadster MX-5, un cuadro de mandos deportivo con tres relojes de gran tamaño, una partición del salpicadero con pantalla para el sistema de audio y el ordenador de a bordo, una consola central enmarcada en cromado, que también se extiende por el frontal del salpicadero y los guarnecidos de las puertas y una gran libertad de movimientos en el interior. La postura de conducción es muy deportiva, derivada del RX-8, con una regulación muy amplia del asiento, una palanca de cambios elevada de fácil acceso y manejo manual de 6 velocidades, para maximizar la ergonomía y la “conducción activa”.
Con una altura total de la carrocería de 1.645 mm, el CX-7 ofrece la clásica funcionalidad de todos los SUV, permitiendo una posición elevada de los pasajeros y una capacidad de maletero de 455 litros con los cinco asientos habilitados. El sistema Karakuri permite abatir la banqueta trasera mediante un tirador con un solo movimiento dejando una superficie plana de carga de hasta 1.348 litros hasta el techo. El equipamiento de confort de este SUV compacto es sobresaliente en la única versión Sportive disponible, que incluye de serie elementos como los faros de xenón con encendido automático, sensor de lluvia, tapicería y detalles en piel, asientos delanteros calefactados y el del conductor con regulación eléctrica, cierre centralizado con mando, apertura y arranque sin llave (tarjeta inteligente), control de velocidad o elevalunas eléctricos delanteros y traseros de un toque. Este impresionante equipamiento se completa con un espectacular sistema de audio Bose con nueve altavoces, cargador de 6 cd´s y mandos de control de audio en el volante, además de el techo solar eléctrico y la pintura metalizada.
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