jueves, 13 de septiembre de 2007

CHRYSLER GRAND VOYAGER

El Chrysler Voyager y su versión alargada Grand Voyager lleva siendo durante años el monovolumen elegido por la mayoría de los padres de familia, habituales usuarios de este tipo de vehículos, debido fundamentalmente a que es un modelo con una larga trayectoria y experiencia en ofrecer las mejores cualidades para este segmento desde su creación y por un diseño actualizado por el que parece que no pasan los años. El nuevo Chrysler Grand Voyager ofrece una envidiable modularidad muy ingeniosa para gestionar el espacio del habitáculo, un nuevo sistema denominado Stow ´n Go, con el que se decide a qué se dedica el espacio dependiendo de las necesidades, si al transporte de pasajeros con los asientos desplegados, realizados en espuma de alta densidad, o a la carga, que llega hasta 4.550 litros hasta el techo. El precio de este superfamiliar es de 46.800 euros en su versión Limited con motor diesel 2.8 CRD de 150 cv.

El diseño exterior de la nueva Grand Voyager ha experimentado una actualización muy interesante, adoptando nueva parrilla delantera multilámina horizontal cromada al estilo de la familia Chrysler y unos nuevas ópticas cuádruples que enfatizan su agresividad e incorporan nuevos faros de gran iluminación. El lateral muestra nuevas molduras, una gran longitud de 5, 093 metros y la amplia distancia entre ejes de 3,030 metros, que le diferencia de su hermano pequeño Voyager, que permite una versatilidad y habitabilidad inmensas. Se dejan percibir unas grandes puertas de apertura enfrentada para facilitar el acceso a su interior, las traseras correderas automáticamente con el mando a distancia del coche. La zaga denota la elegancia y discreción que caracteriza a este gran monovolumen. Los detalles cromados alrededor de la carrocería es la nota dominante en el conjunto, coronado por unas finas llantas de aleación multirradio de 16 pulgadas con neumáticos 215/65 de perfil alto para maximizar el confort.

En el interior todo está organizado para hacer la vida a bordo más fácil, con detalles de verdadero lujo y cuidado a sus pasajeros, como el asiento del conductor colocado en posición dominante regulable eléctricamente, las puertas traseras correderas automáticas o el portón de apertura eléctrica. El interior se muestra muy diáfano, con un salpicadero independiente separado del túnel central, ausente en este vehículo, para permitir más espacio y al tiempo funcionalidad y libertad de movimiento. Los acabados poseen un tacto de muy alta calidad y los asientos son verdaderas butacas, muy cómodas para todos los pasajeros, realizadas en piel con inserciones de ante de alta calidad, terminados con reposabrazos independientes en la primera y segunda filas, perfectos para un coche de viaje. El ambiente interior y el equipamiento de esta versión alta de gama Limited es exquisito, con los asientos delanteros calefactables, climatizador de doble zona, retrovisores exteriores eléctricos y térmicos, ordenador de viaje, relojes electroluminiscentes, todos los airbag, incluso los de cortina en las tres filas de asientos, volante con mandos de la radio y control de la velocidad de crucero integrados, sistema de sonido Infinity de alta calidad o sistema de asistencia al aparcamiento en el paragolpes trasero.

Las 7 plazas se distribuyen entre los asientos de forma 2+2+3 plazas. La segunda y la tercera filas de asientos se pliegan al nivel de suelo hasta ocultarse, dejando un inmenso espacio de carga. Si optamos por dejar los asientos habilitados, los compartimentos inferiores ofrecen hasta 340 litros de capacidad para objetos que se desee llevar ocultos o para los juguetes de los niños. Multitud de huecos portaobjetos recorren el interior del Grand Voyager, con un sistema de raíles superiores opcional que dispone de unos prácticos compartimentos portaobjetos móviles y desmontables. Con el sistema Stow ´n Go en el Grand Voyager son posibles numerosas configuraciones de los asientos de forma muy sencilla y rápida, llegando hasta las 250 posibles. Las posiciones más populares son: Portón trasero, en la que los asientos 60/40 se pueden abatir completamente hacia atrás hasta disponer de asientos con respaldo utilizables hacia la parte exterior del coche en parado; Limusina, en la que se abaten los asientos de la segunda fila para la total comodidad de los pasajeros en la tercera fila; Familiar, cuando se dispone de las 7 plazas con todos los asientos habilitados y los tres compartimentos del suelo son utilizables; y Carga y almacenamiento, con los asientos de la segunda y tercera fila plegados dentro del suelo y dejan un área plana de carga de 4.550 litros de capacidad.

La mecánica de nuestro Grand Voyager es el avanzado 2.8 litros CRD con 150 cv de 4 cilindros, que se combina con un cambio automático inteligente de 4 velocidades de palanca tras el volante muy original, desarrollados ambos por el grupo DaimlerChrysler. El funcionamiento de este motor turbodiesel de inyección directa por common rail y turbocompresor de geometría variable es suave y muy progresivo, dado el tipo de vehículo que es, aunque con fuerza muy progresiva desde las primeras vueltas que brinda una perfecta armonía entre respuesta, elasticidad y aceleración gracias a su alto par motor de 360 Nm a 1.800 rpm. En la práctica, la conducción con este monovolumen se hace muy sosegada, aunque con fuerza suficiente para mover su gran peso de 2.050 kg, puesto que para lograr grandes prestaciones hay que llevar el acelerador hasta el fondo. De esta forma, las cifras de consumo se mantienen en una escala lógica, a pesar de su cambio automático de 4 velocidades, con 8,5 litros a los 100 km de consumo mixto. La aceleración no es su fuerte, ni lo pretende, con una demora 11,9 segundos para alcanzar los 100 km/h y la velocidad máxima se queda en 182 km/h, una velocidad aceptable para estos automóviles.

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